¿Qué es la codependencia?
Según el diccionario Merriam-Webster, es la condición psicológica o relación sentimental en la cual una persona manifiesta baja auto estima y un fuerte deseo de recibir aprobación como resultado de un apego poco sano hacia otra persona, quien usualmente controla o manipula (o frecuentemente presenta comportamiento adictivo o enfermedad mental).
Con frecuencia se da como resultado de haber experimentado trauma en la infancia. Ahora bien, muchas personas se sienten identificadas con las características de una persona codependiente sin haber tenido familiares adictos o enfermos, o reportando haber tenido una infancia “normal” y “feliz”. ¿Cómo sucede esto? Puede verse por distintas razones:
El trauma o la vivencia directa con un familiar adicto o enfermo no le ha sucedido directamente, sino puede haberse dado hasta dos o tres generaciones antes. El efecto de la codependencia es transgeneracional; usualmente uno de los padres o abuelos de una persona codependiente sí experimentó directamente sus efectos.
Las reglas implícitas de una familia donde hay codependencia usualmente incluyen el no hablar acerca de los problemas de la familia. Esto hace que los aspectos disfuncionales de una familia puedan ser “borrados”, minimizados o normalizados.
Los patrones codependientes subsisten aún si se ha dado una separación, divorcio o muerte de la persona adicta o enferma, o aún si la persona adicta o enferma obtiene tratamiento. Si los amigos o familiares no reciben atención, los patrones de codependencia seguirán siendo utilizados dentro del funcionamiento normal de la familia y serán incorporados dentro de los patrones de crianza. Así como la adicción o enfermedad mental requiere de tratamiento a largo plazo, la codependencia requiere de su propio tratamiento por separado.
Los rasgos codependientes, por lo general, sirven un propósito en la infancia: ayudan a afrontar situaciones familiares o de vida que resultan confusas, aterradoras o impredecibles; pero causan problemas más adelante en la adultez. Es decir, lo que antes propició el salir adelante en medio de una realidad familiar disfuncional, irónicamente actuará como obstáculo para que una persona pueda tener relaciones saludables y felices más adelante.
A continuación, enumero algunos rasgos que se encuentran comúnmente en personas codependientes. Es importante recordar que la codependencia se da en un espectro, por lo que una persona codependiente puede presentar todos estos rasgos o sólo algunos y en distintos niveles de intensidad.
Tienden a desarrollar personalidades complacientes.
Temen decepcionar a las personas a su alrededor.
Tratan constantemente de controlar situaciones o personas para “proteger”.
Experimentan sentimientos de culpa con frecuencia.
Tienden a ser perfeccionistas.
Suelen reprimir sus emociones (especialmente la ira).
Les es difícil expresar asertivamente sus emociones, necesidades u opiniones.
Constantemente se enfocan en los problemas y necesidades de los demás.
Tienden naturalmente a involucrarse en el cuidado de otros.
Sus límites con respecto a otros suelen ser débiles (con frecuencia permiten que otros los maltraten o se aprovechen de ellos).
Sienten una gran responsabilidad de “cumplir correctamente” en sus roles cotidianos.
Tienden a cargar con más trabajo y responsabilidades de las que realmente pueden.
Suelen definirse a sí mismos en relación a otros (la mamá de… el esposo de… ) como consecuencia de carecer de un sentido real de lo que los define (sus gustos, sistema de creencias, logros individuales, entre otros).
En una familia con patrones de codependencia es inevitable que éstos se repitan y produzcan personas que muchas veces sientan que deben demostrar su valor y anularse a sí mismos, para entonces ser aceptados por otros. El llegar a sentirse “merecedor” de amor es el motor que pudiera llevar a una persona a buscar amistad o sentirse atraída por otro/a que no podrá amarlo/a o apoyarlo/a de una manera sana.
Como resultado de no recibir tratamiento para la codependencia, los miembros de la familia suelen conectar y formar pareja donde la dinámica, frecuentemente, es que uno de los miembros (generalmente el codependiente) carga con la mayor carga de quehaceres, planeación, responsabilidad o ejecución hacia dentro de la familia, y el otro miembro (usualmente con patrones disfuncionales también) interactúa más frecuentemente con responsabilidades que exigen de su atención fuera del entorno familiar o contribuye poco para suplir las necesidades emocionales de la familia.
Esta interacción inevitablemente desgasta emocionalmente a los miembros de la pareja, y frecuentemente sucede que al ser abordado puede terminar “borrándose”, minimizándose o normalizándose. El codependiente ya ha experimentado estos mecanismos como parte del manejo “normal” de su familia de origen, y el patrón continúa a expensas de todos sus miembros.
La codependencia, como la adicción, se pueden tratar en psicoterapia y en combinación con un programa de 12 pasos, de forma que se realice un cambio a nivel individual y a nivel de la dinámica de pareja y de la familia.
Ten en cuenta que este artículo sirve con fines educativos. Si tienes dudas sobre aspectos de codependencia o de adicción en ti o en una persona cercana, recuerda buscar ayuda idónea de un profesional de salud mental.
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